Intervención mural en el obispado de la diócesis de Tui-Vigo.
Propuesta de intervención para el tiro de escalera del edificio del obispado de la diócesis de Tui-Vigo.
La pieza tenía como tema la Misericordia.
Empiezo a trabajar con la idea de ascensión de la oscuridad a la luz que se adapta al espacio que iba a ser intervenido. Otro punto de arranque es la parábola del hijo pródigo. El texto dice que el padre salía todas las noches a la puerta a esperar la vuelta del hijo.
Construyo una pieza como un mosaico de una vidriera, compuesto por piezas oscuras y claras. Las piezas claras son triángulos equiláteros, símbolo de la perfección en Grecia y de Dios en la iconografía cristiana. Estas piezas conforman un rectángulo de luz. La puerta abierta a la noche. Y triángulos de luz que flotan en la oscuridad de la noche. El padre que sale a esperar al hijo pródigo.
Las piezas oscuras estaban construidas por cuadrados hechos con dos triángulos rectángulos que a medida que iban subiendo las escaleras se giraban pasando a formar triángulos equiláteros y utilizando tonos más claros al acercarse a la luz de Dios.
Además de esa composición abstracta inspirada en las vidrieras de las iglesias se hizo una propuesta con un elemento figurativo. Inspirado por el movimiento que tienen los ángeles del cuadro de Caravaggio » Las siete obras de Misericordia». Las obras de misericordia representadas en este cuadro son las corporales, que se podrían englobar en la acción de las manos que se extienden para dar o para consolar.
Pero también están las obras de misericordia espirituales. El papa Francisco habla de escuchar al referirse a ellas, es por eso que los ángeles que salen de esa puerta de luz que simboliza la misericordia divina, tienen una mano extendida hacia la noche en actitud de dar y otra en la oreja en actitud de escucha.
Además de la pieza cuadrada de 250×250 cms. en la que se representan la puerta de luz y los ángeles el resto de piezas del mosaico se «dispersan», como partículas de luz y de noche por todo el tiro de la escalera. Haciendo así referencia a esa idea de partículas de luz que flotan en los interiores de las iglesias al atravesar las vidrieras multicolores.